Las playas donde antes no cabía ni un alfiler, se ven ahora desiertas. Es el reflejo de una Semana Santa catastrófica para el sector turístico. En la Comunidad Valenciana, sólo se ha alcanzado el 15% de ocupación con respecto al 85% registrado en 2019. La causa: el cierre perimetral de las comunidades que sólo ha permitido viajar a locales y a algunos extranjeros. Por su parte en Baleares, los turistas alemanes han salvado ligeramente la semana. Cerca de 25.000 han llegado a Mallorca. Datos optimistas pero que sólo han permitido abrir un 11% de la plantilla hotelera de la isla. Las Islas Canarias, registran una ocupación irregular. Un ejemplo de ello es Tenerife donde el norte ha reigstrado un 45% y el sur un 70% principalmente gracias al turismo local pero también a algún extranjero. Ahora el sector pone ya la mirada en el verano, momento en el que esperan recuperarse gracias al plan de vacunación.