El gobierno saca adelante sus terceros y últimos presupuestos de esta legislatura. Unas cuentas de las que presumen los socios de coalición, es la prueba de que el gobierno está en forma, dicen. Y también los socios parlamentarios que los apoyan que están muy satisfechos. Uno de esos aliados, Esquerra, renuncia de momento a uno de sus objetivos, la reforma del delito de malversación. Pero sí ha obtenido la reforma del delito de sedición y ahí es dónde más incide la oposición a la hora de criticar las cuentas, en lo que consideran una rendición ante los independentistas. Los populares insisten en que los diputados socialistas traicionarán, según ellos, sus convicciones si apoyan la reforma de la sedición. Y los socialistas denuncian esa maniobra del PP. No será esta la única votación por llamamiento. Más País y Compromís han forzado para aprobar los nuevos impuestos a la banca, las eléctricas y las grandes fortunas también por ese método.