El catamarán de Fred. Olsen que encalló hace una semana en la bocana del puerto de Agaete aún necesitará lo que se conoce en el argot marinero como “una reparación de fortuna” poder llegar con garantías de flotabilidad hasta los astilleros de Astican en la capital grancanaria, según explicó ayer la compañía naviera al informar de la operación realizada durante la madrugada del miércoles para remolcar al catamarán desde el lugar del accidente hasta el atraque en el dique de Las Nieves, a apenas 240 metros de distancia. La buena noticia es que esa “reparación de fortuna” se podrá realizar dentro del muelle, al abrigo de posibles inclemencias meteorológicas como las que hicieron encallar al Bentago Express.