Una empresa peninsular con sede en Telde ha sido investigada por la supuesta comercialización ilícita de animales domésticos, en concreto perros. La Guardia Civil, en el marco de la operación Canicat, realizó tres inspecciones simultáneas en los locales que dicha entidad tiene en las localidades de Mataró (Barcelona), Palma de Mallorca y en el municipio grancanario. 

Según manifiestan desde el cuerpo, las actuaciones se efectuaron para inspeccionar la situación de los animales. Por lo que pudieron comprobar, los perros en venta procedían de países del este de Europa; eran trasladados hasta el establecimiento de la comunidad catalana y finalmente acababan siendo distribuidos hasta las Baleares y Canarias. 

Asimismo, los operarios que realizan las inspecciones declararon que las instalaciones donde se mantenían los animales no cumplían con los requisitos sanitarios oportunos, detectándose situaciones de hacinamiento. Esta circunstancia impedía el bienestar animal, provocaba su inseguridad e incluso llegó a suponer el fallecimiento de alguno de los cachorros en venta por aplastamiento. 

Aunque en el escrito presentado por la Guardia Civil no concretan la situación de la tienda teldense, la plataforma Leales.org asegura que se trata de un establecimiento ubicado en el casco municipal que en anteriores ocasiones ya ha sido denunciada por la ciudadanía al mantener a los animales en vitrinas con poca ventilación. De hecho, hace apenas dos años que un usuario de Facebook publicó un texto en el que relataba las condiciones en las que se encontraban los animales, adjuntando imágenes y vídeos como prueba. En el escrito aseguraba que los cubículos donde estaban encerrados los perros eran muy pequeños, desprendían mucho calor y fuertes olores. La publicación recibió más de 200 comentarios de crítica, en el que se incluían amenazas directas a los propietarios y a los empleados del negocio y amenazas con manifestarse frente a la puerta del local y romper los cristales para dejar salir a los perros. Los responsables directos declararon en ese momento a este periódico que cuidaban como es debido a los animales y que las condiciones eran acordes. Sin embargo, la situación acabó por generar un denso debate en redes sobre la necesidad o no de prohibier la venta de animales domésticos en tiendas. Finalmente, el Ayuntamiento anunció que la nueva ordenanza de Bienestar Animal incluirían un apartado de regulación de ventas. 

Por otro lado, el cuerpo de seguridad sí especifica que el local de Palma de Mallorca se intervinieron un total de 25 animales que han sido depositados en las instalaciones del Centro Sanitario Municipal de Protección Animal de Son Reus. En el caso del establecimiento de Mataró se ha procedido a su cierre y precinto, así como a la interposición de numerosas denuncias relativas a incumplimientos de la normativa vigente en materia de bienestar animal.

La operación fue llevada a cabo por agentes pertenecientes al Seprona de las Islas Baleares, que contaron con el apoyo de personal de la inspección de trabajo, así como inspectores del Servicio de Ganadería en el caso de Baleares y de los servicios veterinarios y bienestar animal en el caso de Mataró, que han levantado sus correspondientes actas.