Antonia tiene 93 años y sobrevive en condiciones infrahumanas en una vivienda sin agua ni electricidad, rodeada de basura y moscas. Viste con harapos y duerme sobre una gomaespuma en el suelo. Su hermano clama ayuda urgente a las autoridades para rescatarla de esta situación de abandono y miseria.
Una historia que duele. Una realidad que no puede seguir ignorándose.