Las labores de rescate siguen en Japón. Muchos ciudadanos las siguen angustiados. Ese sentimiento se transforma de repente en pánico: suenan las alarmas de una nueva sacudida. Es la señal de abandono inmediato. Las autoridades advierten de la posibilidad de un nuevo terremoto y contiúa activa la alerta por un nuevo tsunami. Por eso, miles de japoneses luchan por salir de las zonas costeras