Ni el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ni el G8 se ponen de acuerdo sobre una zona de exclusión aérea en Libia y esa falta de consenso afianza el avance de las fuerzas del dictador Gadafi contra la revolución. El ministro de exteriores alemán ha sido muy claro al asegurar que su país "no debe verse envuelto en una guerra duradera en el norte de África" y dice que una zona de exclusión aérea equivale a una intervención militar.