La fuga radiactiva ha hecho saltar las alarmas sobre las consecuencias que tendrá para la población. El desalojo es obligado si se está en un radio de 20 o 30 km del perímetro de la nuclear. Tras la evacuación se analiza el impacto de la radiación en las personas. Lo peor es la inhalación de elementos radiactivos. Contiene yodo radiactivo que daña la glándula tiroides lo que podría desarrollar algunos tipos de cáncer. El mejor antídoto es administrar yoduro potásico.