Seis días después del comienzo de la operación Amanecer de la Odisea, la OTAN toma el mando de la intervención militar contra las fuerzas de Gadafi. El relevo será asumido por la Alianza en los próximos días. Los miembros de la Unión Europea han respaldado la decisión y se anuncian más sanciones contra Libia para que el régimen de Gadafi no reciba dinero procedente de las exportaciones de gas y petróleo.