Lo que empezaba como una marcha pacífica, como un recuerdo a las víctimas de la dictadura chilena el mismo día del golpe de estado de Pinochet se convirtió en un enfrentamiento que ya parece habitual en el país.Un grupo de violentos comienza su batalla contra la policía, que no duda en utilizar sus armas para disolverles. De nuevo en las calles se cruzan las pedradas y palos contra los vehículos de los agentes con los chorros de agua de quienes intentan dispersarles. Al final, 20 personas son detenidas y, aunque no hay balance oficial, se sabe que al menos un policía y un periodista resultaron heridos.