Bajo la amenaza de una nueva dictadura, con decenas de miles de manifestantes en la calle y ante un larguísimo proceso electoral que pocos comprenden. Bajo estas circunstancias se abren hoy las urnas en Egipto. Comienza un proceso que debería acabar el próximo mes de julio. Los problemas se acentuarían si el resultado no es aceptado por la amplia mayoría.