A las 7 menos 10 de la tarde, comenzaba a temblar el suelo en Haití. Fueron 60 segundos interminables seguidos de 3 réplicas. Las primeras informaciones fueron muy confusas. Con los medios de comunicación inutilizados, sin Internet ni líneas telefónicas, las agencias internacionales estimaron en un primer momento que habría centenares de muertos. Pero la tragedia era dramáticamente superior: 220.000 muertos, 300.000 heridos y 1 millón y medio de personas que se quedaron vagando entre los escombros.