La Embajada de Ecuador en Londres amanecía rodeada por la Policía. Convertida en el búnker diplomático de Julian Assange, sus seguidores se agolpaban a las puertas y se vivían momentos de tensión con los agentes. Protestaban contra la decisión de Londres de extraditar al periodista a Suecia. Allí debe responder por un delito de acoso y agresión sexual a dos mujeres. Londres amenaza con entrar en la Embajada aunque transgreda la legislación internacional.