El partido de la Copa Africana de Naciones que el sábado enfrentaba, en Dakar, a Senegal con Costa de Marfil, acabó antes de tiempo y se convirtió en una batalla campal. Cientos de senegaleses, enfurecidos con el resultado de su equipo, que a 14 minutos del final perdía 2 a 0 y que les dejaba fuera de la fase final, arrojaron todo tipo de objetos al campo, entre ellos piedras de gran tamaño.