El servicio de seguridad de la Casa Blanca detecta una sustancia sospechosa, probablemente ricina, en una carta destinada al presidente Barack Obama. La toxina puede provocar la muerte de manera instantánea al ser inhalada. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha comparecido ante los medios para esclarecer el asunto y ha asegurado que el FBI se encuentra investigando lo acontecido. Asimismo, el FBI continúa buscando pistas. Se ha encontrado lo que podría ser la tapa de una olla utilizada como explosivo y se ha identificado la marca, Fagor. Además, según informan medios americanos a estas horas, el FBI podría tener ya un claro sospechoso al conseguir una imagen de un sujeto portando una bolsa negra en el escenario de la segunda explosión.