La noche de este sábado en la ciudad china de Kumming, en la provincia de Yunnan, ha sido una noche de pesadilla. Un grupo de hombres, casi todos vestidos de negro, entraron en la estación de tren de la ciudad armados con cuchillos. Y comenzaron a apuñalar a las personas que se encontraban en el interior. Un testigo que estaba sacando un billete en el hall de la estación narra cómo los más lentos en reaccionar y aquellos que cayeron al suelo fueron los peores parados en la masacre.