El enviado especial de la ONU para Crimea, Robert Serry, se ha visto obligado a abandonar su misión en esta región ucraniana bajo poder de milicianos prorrusos. Serry ha sido interceptado y retenido por un grupo de hombres armados en Simferópol y ha tenido que refugiarse en una cafetería. Después, su coche ha conseguido abrirse paso entre la muchedumbre con la ayuda de la Policía camino del aeropuerto para salir de Crimea.