A tres días del referéndum secesionista en Crimea. Las fuerzas ucranianas intensifican sus prácticas militares al norte de la península, a pesar de que el Gobierno ha declarado que no intervendrá. Un ejército debilitado, un David contra Goliat. 6.000 soldados ucranianos frente a los 200.000 rusos dispuestos para el combate, una batalla desigual. Al borde de la bancarrota, Kiev se siente impotente.Una consulta que la Rada Suprema tilda de ilegal y jamás reconocer, aunque lamentan conocer ya el resultado.