Noche tranquila en una ciudad que ha vivido los días más violentos. Tras dos jornadas de disturbios los destrozos son visibles en toda la ciudad. Los dueños de los comercios limpian los cristales e intentan recuperar una normalidad que de momento parece que tardará en llegar. Las declaraciones del policía que mató a Michael Brown no han ayudado a rebajar la tensión. Una versión que no se creen los padres del joven afroamericano