El número de gatos en la isla japonesa de Aoshima supera con creces al de los propios habitantes. En total 120 felinos que campan a sus anchas por este enclave tradicionalmente dedicado a la pesca que ahora apenas tiene 22 habitantes, ancianos ya retirados, y vive del turismo que ha llegado junto con los gatos. Está situada a 30 minutos en ferri de la costa de la Prefectura de Ehime. Los gatos fueron traídos a la isla para acabar con las plaga de ratones que invadían los barcos de pescadores.