Todo parece apuntar a que esta ha sido la noche de David Cameron y que seguirá viviendo en Downing Street, al menos si se cumplen los sondeos al cierre de los colegios electorales. A tenor de esos datos, el Partido Conservador del primer ministro británico habría conseguido una gran victoria en las elecciones parlamentarias que ayer celebró Reino Unido. Aunque las encuestas daban días atrás casi un empate entre el bipartidismo, los conservadores, rotundos, se habrían quedado a sólo diez escaños de la mayoría absoluta y a 77 por encima del Partido Laborista.