A los agentes de la localidad texana de McKinney los vemos llegar así raudos y veloces a una fiesta en una piscina pública. El deber les llama. Hay unos adolescentes montando algo de barullo en un cumpleaños. Enseguida conocemos al protagonista de la historia: es el agente Eric Casebolt, que está completamente alterado. Corre de un lado para otro haciendo que todos se tumben. Y cuando una chica negra de 14 años no le hace caso, ocurre que no solo la tira: saca el arma y luego sigue con ella. Se sube encima mientras le pone las esposas. Así la mantiene inmovilizada durante un buen rato. Un exceso de fuerza incomprensible que ha visto todo el país y que gracias a las imágenes le ha costado una sanción. Se la llevó a la comisaria y poco después quedó en libertad. A él lo han suspendido de empleo durante unos días.