Continúan produciéndose emotivas escenas en la estación de Munich durante la llegada de los refugiados. Familias que se reencuentran, aplausos y fotos de la canciller Merkel en señal de agradecimiento. Tan solo este año, Alemania espera recibir 800.000 peticiones de asilo. Llegan sin nada pero cargados de argumentos. La calurosa acogida a los refugiados incluso ha desbordado a la policía alemana, que ha pedido a sus ciudadanos que no se acerquen a las estaciones de tren y autobuses con comida, mantas o juguetes, ya que a pesar de su buena voluntad entorpecen los dispositivos de llegada.