El último ataque del Ejército de Liberación Nacional de Colombia ha dejado once soldados muertos y un policía herido, además de otros tres soldados desaparecidos y seis personas desaparecidas. El suceso ha ocurrido después de que el ELN se enfrentase a un grupo de responsables de una comunidad indígena de Bogotá que transportaba las papeletas y el registro de votos de las elecciones al registro central. Juan Manuel Santos, el presidente del país, ha condenado el ataque, en un momento especialmente delicado para la paz en Colombia, a pocos meses de que se negociase la paz con las FARC.