Salam Abdeslam podría haber cambiado su imagen y también su nombre por el de Yassine Baghli. Se trata del terrorista que alquiló uno de los coches empleados en los atentados y que fue grabado, antes, haciendo una mueca a la cámara. Tras la matanza optó por una huida. Su rastro se pierde poco después de la masacre, muy cerca de la frontera con Bélgica, donde la policía francesa le dio el alto pero le dejó marchar porque todavía desconocía su relación con los atentados. Un testigo asegura haberle visto el martes en Molenbeek. Al principio, se especuló también con su huida a España porque, según publica el diario El Punt-Avui, hace unas semanas, Abdeslam fue detenido en Figueres (Girona) por dar positivo en un control de alcoholemia. Ahora se investiga la relación del terrorista con la joven de 19 años detenida en la zona por captar mujeres para el ISIS.