Parecía un simple forcejeo. El hombre de la camisa de cuadros agarra a un menor porque al parecer estaban pisando el césped de su jardín, pero la riña se intensifica cuando uno de los jóvenes se abalanza sobre el adulto, un policía fuera de servicio que al sentirse acorralado abrió fuego. Nadie resulta herido, pero este nuevo episodio de abusos policiales ocurrido en Anaheim, en las cercanías de Los Angeles, ha provocado que cientos de personas se manifestasen como señal de repulsa.