Es el mayor juicio de la historia de Argentina y las condenas son históricas. Cadena perpetua para 29 de los imputados por 789 crímenes de lesa humanidad relacionados con los "vuelos de la muerte", un terrible método con el que se asesinó a más de 4.000 personas. Entre los condenados, Alfredo Astiz, conocido como el "Ángel de la muerte", trabajaba hace 40 años en la Escuela de Mecánica de la Armada, la mayor cárcel clandestina de la dictadura, la ESMA. Allí drogaban a los detenidos, los desnudaban y los tiraban en alta mar desde aviones. Pero ha sido muy complicado demostrar su culpabilidad. Ni rastro de los crímenes y aquel que subía a esos aviones, ya no regresaba.Cuatro décadas después, cinco años de audiencias y tres tramos de juicios, en la calle se esperaban las condenas con la alegría desbordante de los familiares de las víctimas.Con esta sentencia comienza un intento de reparación de la dictadura argentina.