En Nicaragua no cesa la violencia gubernamental. En la ciudad de Masaya, apenas a 30 kilómetros de la capital, han fallecido varias personas, sin confirmar el número, después del asalto de las fuerzas de seguridad del Gobierno de Daniel Ortega. Desde que comenzaron las protestas, el pasado 18 de abril, el número de víctimas mortales asciende a más de 350.