Miles de personas forman colas en las mesas electorales de Nueva Caledonia, isla francesa ubicada a 1500 km al este de Australia, en el sudoeste del océano Pacífico, para dirimir una cuestión fundamental: si independizarse o no del país galo. A los votantes se les ha hecho la pregunta ?¿Desea que Nueva Caledonia obtenga la soberanía total y se independice? Este archipiélago francés dirime democráticamente si se convierte en el estado más nuevo del mundo en un referéndum que es el resultado de un proceso de descolonización desde hace 30 años. Si gana el sí, el resultado no solo afectará al orgullo de Francia, sino que privará a París de un punto de apoyo en la región del Indo-Pacífico donde China está expandiendo su presencia.