Ya está en un hospital de Berlín, en Alemania, el opositor ruso Alexei Navalni. Allí, un grupo de médicos va a tratarle de un posible envenenamiento que sufrió esta semana y que obligó a su avión a hacer una escala de urgencia. El opositor ruso está en coma desde que bebió un té que, según su entorno, estaba envenenado. El Kremlin insiste en que no se ha encontrado ningún rastro de veneno en su cuerpo.