Esta redada policial en una discoteca en Lima acabó con la vida de 13 personas. Los agentes acudieron a un local en la capital peruana alertados por los vecinos. Se trataba de una fiesta clandestina que incumplía con las medidas impuestas para luchar contra el coronavirus. Cuando los asistentes vieron llegar a la policía salieron en masa por la única puerta de la discoteca. Varias personas quedaron atrapadas entre la puerta y una escalera, hasta morir asfixiadas. Otras seis fueron heridas, incluyendo tres oficiales de policía. Los agentes consiguieron detener a 23 de las 120 personas que se encontraban en esta fiesta. Perú cuenta, a día de hoy, con un total de contagios, que duplica los que había a principios de julio, y las muertes ascienden ya a más de 27.000.