Es pronto para evaluar los daños, pero las imágenes hablan por sí solas. Siguen rescatando a personas de los tejados y varias han muerto atrapadas en sus sótanos. La cifra de fallecidos ya asciende a 59. Solo en la región de Renania 1.300 personas han desaparecido. Numerosas localidades están aisladas por corrientes de agua y barro. Sólo se abren paso los vehículos del ejército. Los escombros se amontonan en las calles y los vecinos se llevan las manos a la cabeza. Toda una vida reducida a la nada. La Unión Europea ya ha ofrecido su ayuda en una de las inundaciones más devastadoras en décadas.