Veíamos estos días como una multitud de ucranianos cruzaba por las ruínas de un puente bombardeado en Irpin, a las afueras de Kiev. Muchos siguen huyendo por ahí. Una huída dramática, bajo la nieve, vadeando un río helado, con gente herida y muchos que no se pueden valer por sí mismos. Igor Chumak, ese joven ucraniano que no cuenta su día día en la guerra, lo ha vivido con ellos.