Una enorme explosión, fruto del impacto de la artillería rusa contra un depósito de combustible, ha destruido una base aérea a unos 30 kilómetros de la capital de Ucrania. El ejército ruso está cada vez más cerca de Kiev, a la que pretende rodear por varios frentes. Así que en la capital se preparan para un asalto a sangre y fuego, indiscriminado a tenor de lo visto en otras ciudades del país. Un ejemplo es Mariúpol, donde, tras el bombardeo al hospital materno-infantil, las autoridades ucranianas denuncia ahora un ataque a una mezquita con 80 civiles refugiados. También otras poblaciones del sur de Ucrania también están sufriendo las embestidas del ejército ruso. Es el caso de Mikolaiv, o de Melitópol, de cuyo ayuntamiento los invasores se llevaron al alcalde con una bolsa de plástico en la cabeza. Putin intensifica su ofensiva también por el norte y el este del país, aunque las fuerzas ucranianas también logran éxitos. Es el caso de un ataque a la columna de blindados ruso que se dirige a Kiev.