Sobre la calzada todo un reguero de marcas que señalan donde cayeron las personas atropelladas y sangre sobre el asfalto que pone de manifiesto la gravedad de los hechos.

 Un vehículo con dos ocupantes, ambos de unos 30 años y ahora detenidos, entró a toda velocidad por la calle arrollando a una multitud que celebraba carnavales en la localidad de Strépy-Bracquegnies, municipio del sureste de Bégica.

 Eran las cinco de la mañana y había unos 200 participantes en la celebración, que se transformó en tragedia.

Vimos cuerpos volando por todas partes. Fue horrible dice este testigo.

 El alcalde da el trágico balance: seis personas han muerto, otras 10 resultaron gravemente heridas y, por supuesto, hay mucha preocupación por ellas.

 Hay una veintena más heridos de menor gravedad.

Las primeras investigaciones descartan que se trate de un atentado. También se descarta que ocupante del vehículo huyeran perseguidos por la policía.

El rey Felipe y el primer ministro de la nación, han visitado este domingo la localidad, donde se ha habilitado un polideportivo como hospital y han expresado su apoyo a las familias de los fallecidos y heridos.