El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha sido investido oficialmente este sábado para un segundo mandato de cinco años, en un acto solemne donde ha asumido que debe ser "un presidente nuevo" para cubrir las expectativas de "un pueblo nuevo", distinto al que le votó por primera vez en 2017. El dirigente galo ha reconocido "la gravedad de los tiempos" y ha llamado a la colaboración de todos.