Se derrumba parcialmente el gran silo del puerto de Beirut. La mole resistía a duras penas desde el mastodóntico estallido que se produjo hace dos años en un almacén de nitrato de amonio. Las autoridades libanesas llevaban semanas alertando del posible colapso pero se encontraba con la oposición popular para echarlo abajo. El silo se había convertido en el símbolo de la explosión no nuclear más potente registrada. 215 personas murieron y más de 6 mil resultaron heridas por la poderosa onda expansiva. El próximo 4 de agosto se cumplirá el segundo aniversario.