El vídeo de la Independencia de este año no es festivo, como otras veces. Es sombrío, pero al mismo tiempo épico. El tono que el presidente Zelenski ha querido dar a todos los actos del día. Comenzando por el homenaje a los caídos en estos seis meses de invasión, en el que le ha acompañado su esposa. Su discurso para la ocasión ha sido el más duro con Rusia en todo este tiempo. Ni rastro de concesiones. Ni una palabra sobre negociación. Se acabó el tiempo de la paz, ha dicho, es el tiempo de la victoria. Ucrania recuperará el Dombás y Crimea de manos de los asesinos, violadores y saqueadores rusos. Los kievitas confesaban hoy que pensaron que jamás pensaron que esta guerra llegaría y que creen que será larga, pero que no contemplan alternativa a ganarla. Las sirenas han sonado en la capital y también en la segunda ciudad del país, Járkov, en la que hoy hay silencio absoluto. Un toque de queda que contrasta con la ferocidad de los combates a pocos kilómetros de distancia.