Cientos de personas se refugiaron en el metro de Kiev y se consolaron mutuamente cantando canciones tradicionales, durante el último bombardeo ruso la capital, después de cuatro meses de calma. Los misiles impactaron en zonas muy concurridas, parques y sitios turísticos en el centro de Kiev, dejando sin electricidad y calefacción a miles de hogares. Según las autoridades ucranianas, al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas.