“¿De qué me sirve una pequeña placa? Voy a llevármela, pero ¿de qué me sirve? Si hubiera un poquito más diría por fin llegó mi hija a Paraguay, por fin llegó a mi casa, por fin va a descansar en paz en su casa y me daría un pequeño descanso en mi corazón. Vine con una pequeña esperanza de llevarme ese pequeño pulmón. Esperé cuatro años y cinco meses para que comenzara el juicio y ahora no tengo más nada”, aseguró Miriam Rodríguez en relación a la destrucción del pulmón de Romina Celeste, el único resto que se había localizado de su hija y que ya no se podrá recuperar para darle sepultura en Paraguay, su país natal, porque se ha destruido.

"Nadie de la Justicia me ha pedido perdón por todo lo que ha pasado con el caso de mi hija. Espero que me pidan perdón. Siempre pedí el pulmón de mi hija", reveló Miriam este jueves al programa Ponte al Día, de Televisión Canaria.