Una gala sobria que no logró llenar el Teatro Pérez Galdós, en una noche de ambientación latina, con la proyección de Playing Lecuona y el pulso del pianista dominicano Michel Camilo dio anoche la apertura ceremonial al 16o Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. Nueve días en los que la ciudad celebra el cine independiente con una oferta en pantalla grande de 150 películas.