El incendio que se originó hace dos semanas en Valleseco y que mantuvo en vilo a la Isla durante días arrasó con todo lo que había a su paso. Eso sí, no pudo con la solidaridad y la unión de la ciudadanía que no dudó en volcarse con innumerables muestras de apoyo y de colaboración. Este último caso es el de los 300 trabajadores municipales de Las Palmas de Gran Canaria que, de una manera u otra, más directa o indirecta, aportaron su granito de arena en la extinción del fuego sin pensar en libranzas o vacaciones, sin mirar el reloj. Una labor encomiable que ayer quiso ser homenajeada por el alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo, quien les trasladó en la plaza de Santa Ana su agradecimiento junto a varios concejales de la corporación.