Si no fuera por los deportistas que salieron a hacer fitness a primera hora de la mañana del nuevo año, la ciudad parecería el escenario de una película de terror o de confinamiento, que viene a ser casi lo mismo.

La imagen tradicional del 1 de enero, con sus calles aún abarrotadas de juerguistas cosiendo la noche al día, ha sido suprimida por obra y gracia del toque de queda en este recién inaugurado 2021. A las seis y media de la mañana, hora en la que ya se podía salir de casa, apenas había un alma solitaria y más bien sobria vagando por la calzada