Los fuegos artificiales iluminaron una ciudad con la fiesta con distancias en Las Canteras en la noche de San Juan. Grupitos dispersos a lo largo de la playa, algún altavoz con un hilo difuso de bachata o salsa y el ruido de las olas. Poco más. La estampa de este miércoles difería de la habitualmente vive Las Palmas de Gran Canaria en la víspera del día que conmemora su fundación. Como medida de prevención ante la Covid-19, el Ayuntamiento decidió trasladar el espectáculo pirotécnico que tradicionalmente llena de luz y color La Puntilla y, en su lugar, hacerlo desde diferentes localizaciones del municipio: Santa Catalina, La Minilla y Siete Palmas.