La Policía Nacional retoma los controles policiales en las inmediaciones de la antigua comisaría de Miguel Rosas, en pleno centro turístico de la capital grancanaria, después de los últimos altercados que denunció la población residente tanto el viernes como el lunes por la noche, y que se produjeron una vez los agentes abandonaron el lugar. Unas quejas ciudadanas que han ido in crescendo en los últimos tiempos respecto al recinto abandonado, en el que hay presencia okupa desde el año 2016, y que han provocado que los agentes hayan decidido incrementar su presencia en esta zona, a mitad de camino entre el parque Santa Catalina y la playa de Las Canteras.