La campaña de importación de papa procedente del Reino Unido ha supuesto un repunte considerable en la llegada de mercancía al Puerto de Las Palmas y está teniendo una afección directa en las labores de inspección llevadas a cabo por el Punto de Inspección Fronterizo (PIF), que se encarga de analizar los productos de origen animal, para el consumo humano y no consumo humano. Los transportistas esperan hasta cuatro horas por la mercancía que deben distribuir.