Esta mañana de domingo en Rodiezmo, en León, todo el mundo preguntaba por Zapatero y Rubalcaba. "¿No van a venir?". Tras darse cuenta de que la tradicional fiesta minera que suele servir de arranque del curso político socialista vuelve este año a contar con las ausencias de la Ejecutiva nacional del partido, mucha gente que había acudido con la ilusión de ver a sus líderes se ha llevado un chasco. Otros, los menos, comprenden que dada la situación económica del país y la proximidad de las elecciones lo normal es que estén en Madrid trabajando duro.