A partir de ahora, los usuarios de sillas de ruedas y prótesis externas, como audífonos o prótesis mamarias, tendrán que pagar un diez por ciento de su valor. Un porcentaje que variará en función de la renta, y que puede llegar hasta el sesenta por ciento. La medida afecta, sobre todo, a los pensionistas, ya que sólo están exentas las pensiones que no sean contributivas. Los implantes quirúrgicos, como las prótesis de caderas, seguirán subvencionados al cien por cien.