Don Juan Carlos I no ha faltado a ninguna cita desde la primera cumbre iberoamericana de Guadalajara (México) en 1991. Por eso ha puesto una nueva operación de cadera para acudir al encuentro celebrado en Cádiz. Pero sus problemas de movilidad han quedado patentes. En particular, por el uso de muletas en incluso apoyándose en el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y en el titular de la cartera de Exteriores, José Manuel García-Margallo. El monarca ha demostrado, una vez más, su grado de cercanía con los lideres latinoamericanos que le han preguntado por su salud en varias ocasiones.