Eran cuatro hombres armados, amenazaron a los dos vigilantes antes de abrir fuego contra ellos a plena luz del día. Este joven búlgaro es el único testigo. Hoy ha reconstruido los hechos con la policía científica. Les ha contado por dónde llegaron los pistoleros y por dónde trató de huir. Su primo no sobrevivió al tiroteo, lo alcanzaron por la espalda y lo mataron. Llevaban tres meses vigilando este campo para evitar robos.